AQUELLA PRIMERA VEZ

Aquella primera vez que apareciste
Y discerniste el amor del interés,
Dejándome caer así en tus manos,
Y yo, que nunca había experimentado
Tanta intensidad,
Confié en la caída y me desnudé de arnés
Para que me aterrizaras con calma
Y con un destello en la magnitud de tus ojos.

Solo éramos dos jóvenes dispuestos a quererse
Y a no querer nada más en el mundo
Que nuestra promesa de atarnos las manos
Como si fueran una sola.

Aquella vez que tarareamos
Nuestra primera canción de sentimientos
Que no fueran ajenos, más bien nuestros,
Se me cambió totalmente el gusto para la música.

Las canciones ya no tratan de una noche de sexo,
De las seis de la mañana en una Marbella estadounidense
O del tiempo que queda para el verano
Contado a versos y no a minutos.

Ahora las canciones tratan de vivir serenamente,
De flotar sin abrazar el aire,
De esculpir cuerpos transcendentales en la umbría
Y de deshacer a pedazos los que pretendían lastimarnos.
Canciones de erigir castillos de débil arena,
De pasión a falta de sábanas,
De arreboles pintándonos con acuarela
Toda la tez del cual deseamos sentirnos orgullosos.
Canciones de ti, de amor.

Aquella primera vez que te fijaste en mí,
Debajo de toda la jauría de ruido y ecos amontonados,
No pude resistirme en leerte los nervios a flor de piel
Y de sabor a irreconocible miel
Para poder admitir que te escuché pensar
Cuánto pagarías por latirnos en la cercanía
A la vez de guiarnos con timidez en la distancia,
Con voces afónicas y sudaderas de cuero de por medio.

Cuánto pagarías por pisar todas esas deportivas
Que no nos pertenecían a ninguno,
Para tropezarte con las mías
Y recuperar la luz que perdiste de tanta angustia,
Para recorrer todo mi ser
Y arribar al arco de Cupido
Después de hartarte de hundirte en el Jónico
Que nos separaba horas atrás.

Cuánto pagarías por tenerme,
Por no perderme las palabras
Que necesitaba recitarte
Y por no dejar que el temporal que intentaría dividirnos
Enfriara lo que un refugio para dos revivió.

Estoy seguro de que en aquel momento
Los dos pensamos lo mismo:
“Qué buena pareja haríamos”.



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